11 años tenía Gabriela Casseres Russo, cuando decidió dejar de comer para evitar seguir engordando, los comentarios de sus familiares, le habían dejado bien claro que ella era gorda y que ser gorda estaba mal. En este episodio conversamos sobre nuestra apariencia y cómo nos afectan los muchos comentarios negativos que nuestros seres más queridos hacen sobre nuestros cuerpos
-¿Nuestros?-
Escuchar la experiencia de Gabriela, quien tan solo tiene 21 años, es suficiente para entender cómo la exigencia de un cuerpo perfecto afecta nuestra autoestima y salud mental, pero su mensaje es contundente: Debemos ser nosotras las que realmente decidamos cómo nos queremos ver, sentirnos a gusto con nuestra apariencia y cancelar los comentarios destructivos.